La parte m谩s dif铆cil de mi recuperaci贸n

Steve Zuckerman
Debra Meyerson, sobreviviente de un ataque o derrame cerebral, es una exprofesora de la Universidad de Stanford que ense帽贸 y escribi贸 sobre g茅nero, diversidad e identidad. Tambi茅n es autora (junto con su hijo Danny) de (Robo de identidad: Redescubrirse despu茅s de un ataque o derrame cerebral). Debra Meyerson y Steve Zuckerman, su marido desde hace 33聽a帽os y 鈥渃ompa帽ero de cuidados鈥 tras el ataque o derrame cerebral, fundaron la organizaci贸n sin fines de lucro para ayudar a sobrevivientes, familiares y cuidadores a recorrer el camino emocional hacia la reconstrucci贸n de sus identidades y vidas gratificantes. En esta columna de peri贸dico comparten sus experiencias y puntos de vista, as铆 como los de otras personas que contribuyen a este importante aspecto de la recuperaci贸n.
Perm铆tanme empezar por lo obvio: 隆tener un ataque o derrame cerebral es terrible! En un instante pas茅 de ser una persona sana, en forma y atl茅tica de 53聽a帽os, en el mejor momento de mi carrera, a una paciente en la UCI luchando por mi vida. Tuve la suerte de sobrevivir. En un per铆odo de dos meses, pas茅 de un hospital de cuidados intensivos a otro de rehabilitaci贸n mientras intentaban estabilizar mi estado de salud e iniciar la terapia y el camino hacia la recuperaci贸n f铆sica. Por fin llegu茅 a casa y empec茅 lo que pens茅 que ser铆an unos meses, o quiz谩 un a帽o, de trabajo incre铆blemente duro para volver a la vida que conoc铆a, incluso como profesora de la Facultad de Educaci贸n de Stanford.聽

Pero lo m谩s duro de mi recuperaci贸n a煤n no hab铆a empezado. Tres a帽os despu茅s del ataque o derrame cerebral, mi afasia me imped铆a cumplir las obligaciones de mi trabajo como profesora. Me vi obligada a renunciar al puesto de titular por el que hab铆a trabajado toda mi carrera. Fue como un segundo trauma. Por mucho que me esforzara, no iba a recuperar mi vida de antes. Creo que tard茅 m谩s que la mayor铆a en darme cuenta. O, para ser m谩s exactos, tard茅 m谩s en aceptarlo. Y as铆 empez贸 la parte m谩s dura de mi recuperaci贸n, lo que ahora llamamos la parte emocional del proceso. Durante los 煤ltimos siete a帽os he luchado por aceptar todo lo que perd铆. Tambi茅n he luchado por reconstruir mi identidad (mi sentido de m铆 misma) y una vida con sentido y prop贸sito.
Despu茅s del duro golpe que supuso perder mi trabajo, estaba enojada, triste e incluso deprimida a veces. Tambi茅n me negaba a aceptarlo. 鈥淪e los demostrar茅鈥, pens茅. PUEDO seguir siendo la misma de antes. Quiz谩 no pueda ser profesora, 隆pero a煤n puedo escribir un libro! As铆 que empec茅. Steve me ayud贸. Pero 茅l ten铆a trabajo, as铆 que encontramos a alguien que pudiera ayudar m谩s. Cada d铆a me obligaba a enfrentarme a la frustraci贸n de mi discapacidad comunicativa y a toda la ayuda que ahora necesitaba. Detestaba eso, 隆no soportaba ser tan dependiente!
Pero el proceso de redacci贸n (que dur贸 cinco a帽os) acab贸 ayud谩ndome a empezar a construir una nueva vida despu茅s del ataque o derrame cerebral. Me ayud贸 a ver la importancia del proceso emocional. Y fue un trabajo muy duro. Cada d铆a, escribir sobre mi nueva realidad desafiaba mi noci贸n de qui茅n soy (o qui茅n era). Me hizo reflexionar sobre la identidad, algo que hab铆a estudiado, ense帽ado y escrito como acad茅mica y en mi libro anterior, .
Avanzar en la comprensi贸n de m铆 misma y de mi vida me ayud贸 a superar la frustraci贸n. Pero incluso as铆, estuve a punto de dejar de escribir varias veces. Lo que me hizo seguir adelante fue la idea de que el libro podr铆a ayudar a otros. Al principio del proceso, entrevistamos a otros 25聽sobrevivientes y a unos 25聽compa帽eros de cuidados y cuidadores profesionales. Nos dimos cuenta de que casi todo el mundo ten铆a dificultad con este proceso emocional. Sin embargo, casi nadie hab铆a encontrado, y mucho menos le hab铆an ofrecido, recursos para ayudarles. Estaba encontrando la manera de volver a dar sentido a mi vida, y eso me hizo seguir adelante. Esto tambi茅n me llev贸 a otro mensaje clave del libro: la gente anhela tener un sentido y un prop贸sito en su vida.聽
Steve y yo hemos tropezado tanto estos 煤ltimos 10聽a帽os. Y hemos aprendido mucho: lo dif铆cil, pero importante, que es ser vulnerables. C贸mo la negaci贸n es a la vez un activo poderoso y una barrera peligrosa. Hasta qu茅 punto el proceso emocional de recuperaci贸n tras un ataque o derrame cerebral refleja el proceso de duelo por la p茅rdida de un ser querido, quiz谩 porque, de hecho, hemos perdido nuestro antiguo yo. Pero tambi茅n aprendimos que gran parte de 鈥渓o que 茅ramos鈥 a煤n permanece, especialmente nuestros valores, y que es posible encontrar nuevas formas de vivir con esos valores en nuestras nuevas circunstancias. No nos gusta mucho la expresi贸n 鈥渁 mal tiempo, buena cara鈥, pero hemos aprendido que realmente hay cosas buenas despu茅s de un ataque o derrame cerebral que debemos reconocer, incluso celebrar. Hay oportunidades para un crecimiento personal asombroso.聽
Para que quede claro, las consecuencias del ataque o derrame cerebral no son algo que hayamos 鈥渞esuelto鈥. Mi proceso, nuestro proceso, sigue en curso. Y nunca terminar谩. Nunca dejar茅 de lamentar la p茅rdida de mis capacidades, y la carrera y las actividades que perd铆 con ellas, igual que nunca dejar茅 de lamentar la p茅rdida de mi padre hace 25聽a帽os. Pero espero poder superar ese dolor y construir una vida realmente gratificante a pesar de esto.
Steve y yo pusimos en marcha Stroke Onward porque creemos que debe prestarse m谩s atenci贸n al proceso emocional en la recuperaci贸n tras un ataque o derrame cerebral. Queremos ayudar a desarrollar m谩s recursos para apoyar a todos los sobrevivientes de ataques o derrames cerebrales en su proceso. Y reconocemos que el proceso es tan importante para los compa帽eros de cuidados como para los sobrevivientes. Con ese esp铆ritu, el mes que viene Steve compartir谩 en esta columna un poco sobre su proceso en el papel nunca solicitado de compa帽ero de cuidados.
Damos las gracias a la American Stroke Association por permitir que esta columna nos ayude a realizar esta importante labor. S铆guenos en las redes sociales y comparte tus ideas con nuestra comunidad.